Descansando

William pasaba una noche aburrida en cama, no estaba para nada de animo de moverse, cosa que no era usual, estaba preocupado desde la reunion de los cazadores. Se sienta en la cama, viendo hacia la puerta, que estaba medio abierta. Su casa estaba bajo la iglesia, bien iluminada a pesar de estar un poco bajo nivel de suelo, era pequeña, pero acojedora. La puerta siempre estaba medio abierta.

Bajó las escaleras que conducían a la casa de William, recogiendose el vestido para no tropezar. Pasó sin ninguna clase de miramiento hacia dentro de la habitación y la sorprendió enormemente el aspecto del lugar, y más aún, la cara de cansancio que William llevaba.

- Tengo que hablar contigo, vas a matarme, pero escúchame antes. - Lo dijo muy rápido y nerviosamente, algo rarísimo en ella, que solía hablar muy pausado y con voz perezosa.

-pasa, pasa....-se sento en la cama, estaba extrañado por la reaccion de la chica-

Con magia cierra la puerta, y usa un conjuro de sellado ambiental, que impediria que cualquier sonido o percepcion se saliera de donde estaban, un campo mudo y ciego, la mira con gesto preocupado

-dime que paso...

Suspiró, no planeaba contarle toda la verdad, si es que la había, pero al menos algo sí, y lo que iba a decirle probablemente lo enfadaría.

-Acudí a la cita, como te dije. - Empezó, y se apoyó contra la pared. - Estaban Saint Clair y el hijo de Alucard. Tengo información importante.
Cerró los ojos reorganizando ideas, para cuando los abrió ya tenía claro qué decir.

- El Sabatt se moviliza, ha llegado un nuevo vampiro, uno de los gordos. Por lo visto lo aceptan como una especie de "líder" si esque el Sabatt sabe lo que es eso. La camarilla reúne fuerzas para resistir, quieren enfrentarse y...aquí llegamos a la parte complicada, deberíamos unirnos a ellos.

-estas demente, no me unire a ellos, prefiero morir antes de cooperar con vampiros, estoy segura que tu estas de acuerdo con ello, peor para mi, eso no es etico por mas que lo vea. Si es necesario que reclute humanos para pelear, lo hare, pero no me guiare con vampiros para pelear, menos con Raphael y Natchlust.

No le agrada para nada la idea.

-y en esto, que tiene que ver Raphael y ese vampiro?

- No, no me refiero a pelear a su lado, yo...tampoco podría. - Reconoció, la verdad es que Nacht y Neena habían sido excepciones raras, ella solía ser como William. - Pero deberíamos compartir información, estrategias, sin poner en peligro Sacra City. - Añadió, mirándole. - De veras creo que deberiamos suspender la caza del vampiro por el momento, no representa una amenaza tan grande como el Sabatt, y además, actúa en contra de éste.

- Sabes que deseo cazarlo tanto como tú. - Mintió, impecablemente. - pero deberíamos pensar en lo más conveniente ahora. La verdad es que no sé que hacen juntos - Bien, éso era cierto. - Pero parecen llevarse muy bien.

-No accedere a nada, me señalaras de terco, pero me da igual, si se quieren matar entre ellos, pues que lo hagan, yo ire que los terminare de destruir, asi de simple...de ningun modo permitire una negociacion o intercambio de informacion entre ellos y nosotros, y mucho menos suspendere la cazeria...los erradicare a los dos, bien sabes que las fuerzas armadas de sacra city son las mas temidas de todo el lugar....lo que quiero saber es que hacen juntos, se que son familia.... y que Hellsing entreno a Raphael, y ambos se criaron juntos, pero quiero saber los motivos particulares para que cada uno siga el camino en el que estan...y por que estan en contra del Sabbat.

No dio marcha atras...

Suspiró, sabía que no saldría bien.

- Lo siento, no por nosotros, sino por la cantidad de humanos que morirán por nuestras diferencias. - Dijo, apesadumbrada y se sentó a su lado.


- Está bien, trataré de averiguar lo que pueda, sin ponerme en riesgo, por supuesto. Sabes que debo fingir un...apego a ellos. - Advirtió, ya no sabía a quién iba a mentir. - Pero no diré nada que ellos no deban saber. - Sin poder evitarlo, le acarició la cabeza. - A veces eres más niño que yo. - Le sonrió, aunque triste.

la mira, no sabe si es un reproche o una advertencia de que si no cambiaba su acitud todo saldria mal, muy mal.

-tienes que confiar en mi... por años, hemos sido autosuficientes, hemos destuido lideres de la camarilla, el sabbat, traidores.... sin necesitar mas ayuda que la fe y nuestro poder...y siento, que ese apego hacia ellos, es casi real...y no la farsa que planeas ocultarme....-la mira sentecioso- ¿que es lo que sientes por Natch?

Sabes que siempre lo hago. - Concedió. Cuando escuchó la pregunta se sobresaltó, realmente sorprendida. ¿Sentir? Ella no se lo había planteado nunca como un sentimiento, ni le conocía. Era más como..un instinto, como si supiera que no debía dejarlo morir, que no era su momento.

- No siento nada por...¡no diré ni su nombre!. - Contestó, más sorprendida que nerviosa. - Sabes que detesto a Raphael, ¿acaso dudas de mi lealtad? - Le preguntó, molesta consigo misma. Era cierto que no había sido sincera, pero la verdad es que nunca había pretendido faltar a su deber, solo...su deber para consigo misma era mayor que el que tenía con William y los cazadores.

-A veces, dudo de todo...es dificil confiar en seres como nosotros, mitad vampiros. Y se que detestas a Raphael, pero Natch es distinto. Podria asegurar que teniendolo al borde de la muerte, no cortarias su cabeza...en la ultima batalla, no lo atacaste, y por mas que detestabas a Raphael, no quisiste matarlo... Es supervivencia, deviste eliminarlos por lealtad a nuestro deber, y no lo hiciste, por eso he dudado si en tus encuentros anteriores has hecho un lazo con el...o si comparten algo que yo no se.

Le miró, con una expresión arrepentida y triste en el rostro.

- No, te equivocas. Si...si él matase a un humano, si lo viera, no dudaría. - Dijo refiriéndose a Nacht, y era cierto. Si pusiera en peligro la vida de otro cazador, acabaría con él, aunque no quisiera. - Es sólo que, no sé, no podía hacerlo, no cuando hay una pequeña esperanza de que volviera a la normalidad. Y vamos, William, reconocélo, si hubiese acabado con Saint Clair, me odiarías, te odiarías en secreto. Por supervivencia debí matar a ese monstruo en el que se convirtió, pero, mi deber real era tratar de hacerlo volver a la normalidad. ¿No crees? - le preguntó, consciente de la importancia que tenía para ella su repsuesta.

-En fue mi amigo una vez...pero en ese estado, no es posible buscar formas de volverlo a la normalidad, tu lo sabes. Ademas de que nos traiciono al aliarse a ese vampiro . Yo tenia la intencion de acabar con el cuando lo ataque, y quiza me odie, pero hay que hacer sacrificios. Y con eso que has dicho, que lo matarias aunque no quisieras, reafirman el lazo que tienen...ese es un lazo peligroso para la organizacion de cazadores, para ti, y amenaza con tu estadia en tu puesto -dijo de manera muy seria esto ultimo, sonaba a amenaza- dime que ha pasado entre ustedes, quiero saber los detalles.

- Estás paranoico William. - Le dijo, empezando a hartarse. En sus ojos lucía esa chispa de enfado que pocas veces mostraba. - No he dicho que no quisiera, me limito a tratar de hacer lo mejor para todos, lo más conveniente en el futuro. - Lo dijo como un reproche, como algo que él no hacía. - Me acusas a mí de tener intereses personales, pero, ¿y tú?, ¿qué hay de tí?. Eres capaz de poner en peligro a todos solo por tu mera cabezonería, por seguir la tradición. Francamente, no entiendo cómo puedes reprocharme algo.

Se giró, enfadada, justo antes de salir por la puerta se paró, añadiendo.

- Él me perdonó la vida, aún sabiendo que yo no habría hecho lo mismo, aunque yo tenía intención de matarle. - Lo dijo como una explicación, pero también como algo para sí misma, algo que no terminara de creerse.

-(serio) largate.... solo has tu maldito trabajo, y vete....

No estaba para cuestionamientos, sabia que habia algo entre ellos, algo que no queria decir. Ambos se habian perdonado, casi era una alianza de neutralidad. Y el sabia que no lo mataria, q eran pretextos para autoengañarse.

-El peligro es parte de la vida. Pero prefiero asumirlo que seguir los ideales torcidos de ellos-se refiere a los traidores- alla tu si los quieres seguir...pero no aguantare eso en mi pueblo...estas en un lado, o en el otro. Decidete.

- Me obligas a escoger entre lo que debo hacer por simple ética, y lo que debo hacer por tus órdenes... - Suspiró, no podía dejar a los cazadores, no ahora que llevaba la esencia de Nachtlust en ella. Tenía que estar en la batalla, tenía que hacerlo.

William la habia juzgado muy mal, si Nacht tratara de matarle, ella acabaría con su vida si hiciese falta para detenerle.

- Me parece irónico, ¿sabes?. Ya dejé claro una vez que seguiría aquí, a pesar de todo. - Lo dijo sin pensar, refiriéndose a la vez que murieron sus padres. Habían acabado con su familia indirectamente, la habían despojado de su propia vida, maldecido y avasallado, y no se había ido. ¿De veras aún dudaba de su lealtad?
Pero claro, quizá William no sabía nada de eso, a veces algunos de los cazadores más antiguos, de los ancianos, impartían su ley a espaldas de éste.

-eso espero, Evangeline....ahora, vete...tenes q trabajar... hay que apurarnos para obtener el maximo de informacion, lo mas pronto posible, y entender mas a fondo, hacer un par de cosas despues, tengo un plan, pero necesito que me termines de traer todo lo q sepas.

Se levanta, le abre la puerta.

-suerte.

- Gracias - Respondió, qué rápido se le pasaba el mal humor a WIlliam. A diferencia de ella, que se marchaba echa trizas.

¿Información? ¿Qué iba a decirle? "Buenas William, mira, si me clavas un puñal, ´te cargarás al tan temido vampiro, así, por lo fácil". Si hombre, y a los cinco segundos estaría muerta.

No, no podía decirle eso. Sacrificaría su vida sin dudar por la de otra persona, pero no por una causa tan estúpida.

Antes de que se marchara, le dijo una frase funesta, pero con total sentido del humor.

-Y sacate a ese vampiro de adentro, evangeline...sino, las cosas se complicarian. Soy un cazador de 8000 anos, es obvio que sienta una posecion como esa.

Serio, se dirije hacia ella.

-yo no puedo sacarlo de ti...ni se que proposito tiene...pero, no quiero que te sacrifiques por eso.

Se puso en guardia inconscientemente, esperaba que él la atacase de alguna forma.

- ¿Desde cuándo lo sabes? - Le preguntó, llevaba la esencia de Nacht desde hacía mucho, y se había enterado la noche anterior. SI Willliam lo sabía...¿por qué no había hecho algo? ¿esperaba a que ella buscase información?

No sabía que pensar de su maestro, había tantas dudas respecto a él, tanta inseguridad de que él fuese uno de los causantes de la muerte de sus padres, de esa maldición que la corrompía...que ahora era incapaz de no buscar traiciones donde quizá no estaban.

- Me dijo que te diera esto. - Añadió, tratando de estabilizar sus pensamientos y sacó el látigo que NAchtlust le había entregado.

Se apayó contra el marco de la puerta, en una actitud despreocupada que contradecían sus ojos cansados. Había vivido mucho para ser tan joven.

- William...- Empezó, su voz realmente seria. - No puedo hacero, no es sólo por él, no creas que me mueve un interés romántico, ya no soy una chiquilla y no tengo al hijo de Alucard como ideal de amor imposible. - Incluso sonrió al pensarlo. - Pero sabes que si nos lo encontramos, no solo tengo más posibilidades de sobrevivir, sino también de destruirle. Deja que mi vida valga algo esta vez, no puedo volver a luchar sabiendo que si muero no habrá servido más que para cansarle un poco.

Toma el latigo, indiferente, sin intencion de atacarle. Confiaba en que a pesar de su poca edad con respecto a el, tomaria la decision mejor para todos.

-te encargue un trabajo, evangeline... es decision tuya lo que quieras hacer despues. Has lo que sea lo mejor para ti, yo, me hare un lado por esta vez. Pero, mis intenciones de destruir todo lo q sea maligno, para mi son prioridad.
Entonces, en pocas palabras, cual es tu decision definitiva?-pregunto desconfiado, usaba la legeremancia para leer si sus pensamientos mentian-

Quizá la esencia sea de un vampiro, pero el no puede controlar mis acciones. Mantendré la esencia en mí hasta que sea necesario, sin arriesgar ningún en ningún aspecto a los cazadores. No volveré a ver a Nachtlust de blutigen si no me lo ordenas, y usaré su esencia para acabar con él si debo hacerlo, pero eso no lo haré bajo tus órdenes, lo siento. - Le miró, con un brillo gélido en los ojos. Necesitaba un amigo, no un jefe, pero ahora aprendía a ver la diferencia.

- ¿Cuál es tu decisión, William? - Le preguntó. Si la desterraba, se iría con la cabeza bien alta, no estaba avergonzada de su decisión. Pensaba eso, pero algo en su interior se retorcía ante la idea.

-Pues bien. Lo veras para sacar informacion, y si asi lo quieres, no pelearas con el. Pero bien sabras que yo lo acabare, tarde o temprano. Acepta esa condicion y yo aceptare la tuya, no como subordinada, si no, como companera. Pero, si intervienes en su defensa, sea cual sea el metodo, mintiendo u atacandome, tendras que atendrerte a las consecuencias, cazadora -dice seguro, no pensaba retrocederle mas a sus condiciones-

Compañera... - Casi daba igual el resto de lo que había dicho. Le miró, no sabiendo si abrazarle o echarse a llorar, el alivio era enorme. Había creído que la desterraría, que la mataría... él se limitaba a advertirla. Suspiró.

- No voy a decepcionarte. - Le dijo y salió de allí.