De paseo por alli

Le miró - Sí, creo que demasiado grande - Le dijo - No creo que aun le acepten en la escuela. Y, por cierto, me gustaría...-Se paró, no sabiendo las palabras a escoger, no solía pedir favores - Me gustaría que volviera a entrenarme, lo he estado haciendo yo, pero creo que no es suficiente como para derrotar a un vampiro como el de anoche.

-otra vez ser mi alumna??? pues... no se....[piensa breve, sonrie] pues siempre estoy al servicio de mis alumnos antiguos...ser maestro es algo q se debe tener toda la vida..... tu dime cuando puedas... los asuntos que debia resolver, otro cazador se encargara.... no queria trabajar, la verdad, en esa cuestion... pero esta vez no sera como al primera, -recuerda- fue tan dificil q hicieras caso....

Recordando áquella época su rostro se ensombreció. Ahora dudaba realmente que su maestro supiera lo de su maldición, pero, aún le costaba confiar en él, quizá podría haber tenido una involucración indirecta. - Cuando usted diga - Contestó - En aquellos tiempos no era más que una muchacha adolescente.

-y todavia lo eres.... no has cambiado mucho. En fin, el hecho es que estoy dispuesto a ayudarte... y se, puedo asegurarlo, que puedes hacerte mucho mas fuerte. Sea cual sea tus defectos y condiciones especiales, tienes talento, evangeline.

Lame lentamente su helado, pensativo. El si, de cierto modo, habia participado en la "maldicion" de la cazadora. Era lo mas prudente en ese entonces, y lo mas prudente ahora. Los cazadores deben ser serenos, y ella se salia facilmente de control.

Eso es lo que cree usted, señor. - Contestó. Realmente si había cambiado. Antes era una chica alegre, responsable, pero también revoltosa y juguetona. Ahora era casi un cádaver inanimado. No solía sentir nada, y, cuando lo hacía rápidamente mataba ese sentimiento.

Si aquella noche no hubiese intervenido...quería pensar que las cosas hubiesen sido distintas. Ni siquiera entendió el castigo, normalmente los cazadores se ayudaban entre sí. Pero, por lo visto su entrometimiento había echado a perder importantes planes, que quizá se iban a realizar a costa de la vida de sus padres.

-Bueno, siempre se cambia...pero hay algo en nuestro interior, la psiquis, la esencia del alma, que es inmutable, que no puedo cambiarse con nada, ni con nadie. Eso es a lo que llamanos el "ser"....pero dejando de filosofar.... si quieres q te entrene, lo hare de nuevo... si quieres, ahora mismo.... no tengo mucho que hacer....

Deme cinco minutos para ir a cambiarme - Contestó señalando su vestido. - Le veo en el área de entrenamiento. ¿Está bien?

-vete...yo te esperare alli... espero que sean 5 minutos y no media hora. Yo ire directo para alla. Alli te veo, apurate...

Se dirije hacia el lugar tranquilamente, le da la espalda. Ahora debia buscar el modo para que las cosas mejoraran. Al menos esi esperaba.